Ana Gutiérrez se hizo enfermera diplomada a los 20 años, y dice que fue lo mejor del mundo. La enfermería le abrió puertas que le permitieron ser defensora de los pacientes. Le encantaba ayudar a su comunidad y atender a personas en circunstancias médicas y sociales muy diversas, algo que lleva haciendo en nuestra comunidad desde hace más de 20 años.

Los recuerdos de su infancia cuidando a un familiar cercano la impulsaron a volver a estudiar, obtener un máster en enfermería y convertirse en enfermera especializada. En su juventud, había sido la persona de la familia que aprendía de los médicos. Luego le tocó a ella seguir educando a sus seres queridos. Ayudaba con el tratamiento, controlaba la medicación y fomentaba cambios en el estilo de vida. Ahora, como pediatra, Ana comparte su devoción familiar con los niños a los que trata y con sus padres.

En su tiempo libre, Ana disfruta cantando R&B, participando en viajes de misiones médicas con su iglesia, visitando museos y exposiciones de arte y pasando tiempo con su familia.